PRÁCTICAS LABORALES EN PADERBORN IX
EXPERIENCIA DE LAURA SÁNCHEZ
PRÁCTICAS LABORALES: BLUMEN RISSE
Todo comenzó el pasado sábado 26 de febrero, quedamos los 6 alumnos con el profesor Paco en el aeropuerto de Alicante por la mañana, para coger nuestro vuelo rumbo a Alemania, concretamente hacia Düsseldorf. El vuelo fue tranquilo y como teníamos exámenes próximamente aprovechamos para hacer deberes a bordo. Llegamos sobre las 6 de la tarde y comenzamos nuestra aventura con un nuevo objetivo: coger el tren correcto hacia Colonia, donde pasaríamos la noche y parte del domingo, visitando la ciudad.
Todo fue sobre ruedas, nos bajamos del tren y vimos a muchísima gente disfrazada por las calle, ya que era la semana de carnaval. Dimos un paseo nocturno y descansamos en el hotel para coger fuerzas para el resto de la semana. La mañana siguiente hicimos un poco de turismo en esta bonita ciudad: visitamos
el Puente Hohenzollern por el que pasa el río Rin, lleno de candados de amor; la tienda de las primeras colonias que deben su nombre a esta ciudad (4711) y la preciosa catedral, considerada una obra maestra de la arquitectura gótica mundial. Después del corto pero intenso tour, teníamos que coger un tren que nos llevara hasta nuestro destino final, donde pasaríamos el resto de nuestra semana: Paderborn. Fue todo un reto, pero hicimos buen equipo y todo salió como esperábamos. En la estación nos esperaban la profesora alemana Isabelle y algunas alumnas alemanas que nos acompañaron en nuestra estancia: Roj,
Anna… Dejamos nuestras cosas en el hotel y cenamos, y descubrimos que en Alemania necesitábamos test negativos.
El lunes 28 comenzaba nuestra experiencia laboral y estábamos un poco nerviosos porque no controlabamos muy bien los autobuses, pero ahora ya somos unos máquinas. Desayunamos y mis
compañeros iban a Benteler, una fábrica especializada en procesar metales y yo a Blumen Risse, una franquicia de floristerías enormes con todo tipo de plantas, flores y decoraciones, repartidas por toda Alemania. Cuando llegué, me recibió el jefe de la tienda, Hammer, quien me la enseñó y me encargó tareas relacionadas con el mantenimiento y limpieza. En este puesto de trabajo estábamos una alumna estonia y yo. Además, la tienda contaba con su propia cafetería, muy bien decorada, donde muchísima gente iba a comer tartas o cafés, con muy buena pinta. Trabajaba de 9 a 4, con descansos claro.